miércoles, 20 de junio de 2012





"LA PALABRA."



En gramática tradicional, una palabra es cada uno de los segmentos limitados por pausas o espacios en la cadena hablada o escrita, que puede aparecer en otras posiciones, y que está dotado de una función.
Lingüísticamente, el concepto de palabra es mucho más problemático de lo que la definición anterior sugiere. Determinar qué constituye fonéticamente o morfosintácticamente una palabra es un problema abierto, así por ejemplo junto a los morfemas ligados y las palabras léxicas existen los clíticos cuyo estatus de palabra es discutido. La rama de la lingüística que estudia la composición y estructura interna de las palabras es la morfología.

 



"EL DIÁLOGO."



El diálogo es una modalidad del discurso oral y escrito en la que se comunican entre dos o más personas, en un intercambio de ideas por cualquier medio.
También se usa como tipología textual en lingüística y en literatura cuando aparecen dos o más personajes que usan el discurso diegético, llamados interlocutores. En este sentido constituye la forma literaria propia del género literario dramático y, como tal, se divide en parlamentos o peroraciones entre personajes que se dirigen mutuamente la palabra.
Un diálogo puede consistir desde una amable conversación hasta una acalorada discusión sostenida entre los interlocutores, y es empleado en géneros literarios como la novela, el cuento, la fábula, el teatro o la poesía. En una obra literaria, un buen diálogo permite definir el carácter de los personajes: la palabra revela intenciones y estados de ánimo, en definitiva, lo que no se puede ver, y en ello radica su importancia. Esta modalidad exige un gran esfuerzo de creación, ya que obliga a penetrar en el pensamiento del personaje, como en el caso de Edipo rey de Sófocles.
También se considera un género literario propio, surgido en Grecia con los Diálogos de Platón, continuado por los romanos (Cicerón, por ejemplo) y revitalizado en el Renacimiento en latín (Erasmo, Luis Vives, etc.) y en lenguas vulgares (Juan de Valdés, Pero Mexía etc.; como tal posee tres tipos diferenciados: el diálogo platónico, el diálogo ciceroniano y el diálogo lucianesco. El platónico tiene como objetivo hallar la verdad y un tema primordialmente filosófico. El ciceroniano posee un marco paisajístico bien constituido, es de tema primordialmente político, judicial y retórico y en él tienen cabida largas exposiciones. En el lucianesco, así llamado por su creador, Luciano de Samosata, predomina la intención satírica y el humor, y el tema puede ser muy variado, incluso fantástico.


https://www.google.com.mx/search?tbm=isch&hl=es&source=hp&biw=1366&bih=673&q=vicios+de+diccion&gbv=2&oq=vicios+de&aq=1&aqi=g10&aql=&gs_l=img.3.1.0l10.783.4213.0.5593.9.8.0.1.1.0.243.1005.3j4j1.8.0...0.0.fSq3mMOa8o4#hl=es&gbv=2&tbm=isch&sa=1&q=la+palabra&oq=la+palabra&aq=f&aqi=g10&aql=&gs_l=img.3..0l10.1042346.1074377.0.1075253.25.15.0.2.2.4.248.1131.8j4j1.15.0...0.0.wHSejQG_qXo&bav=on.2,or.r_gc.r_pw.r_qf.,cf.osb&fp=eb9e197b06aebcfc&biw=1366&bih=673

No hay comentarios:

Publicar un comentario